sábado, 8 de mayo de 2010

El paro en España: una verdad vergonzosa

Lo que más sorprende de este problema es la poca cobertura que se le da al tema. Parece una contradicción que los científicos sociales no sean capaces de dilucidar las causas del paro y sus posibles soluciones. Hay una pregunta que nos tenemos que hacer: ¿A quién beneficia el paro?

La respuesta es bastante simple: en primer lugar y más que a nadie a los empresarios. Con altas tasas de paro dispones de mano de obra altamente cualificada por muy poco dinero. Pero además, puedo disponer de plantillas que estén temerosas de perder sus empleos y de hordas de individuos dispuestos a sustituirlos.

El desempleo masivo favorece a corto plazo a las empresas

Hay un artículo que me ha parecido interesante y que lo firma Martin Varsavsky. Estoy de acuerdo en algunas cosas de ese artículo como por ejemplo que el demasiadas cargas sociales generan gastos en los empresarios que al final les inhiben de realizar más contrataciones. Pero en muchas otras cosas no estoy de acuerdo con Varsavsky, de hecho sus planteamientos me parecen los típicos argumentos de empresario que sólo busca su propio beneficio. Desde ese punto de vista tiene toda la razón, sin embargo, ya se ha demostrado largamente que un entorno pro-empresarial no resuelve los problemas sociales, ni mucho menos. La sociedad no son las empresas.

No nos engañemos. Un empresario siempre va a querer ahorrar costes salvo que no le quede otro remedio que pagar tratará de pagar menos. Es lo que haríamos cualquiera de nosotros si nos jugásemos nuestro dinero salvo que tuviéramos una intencionalidad diferente.

Paradójicamente, grandes cifras de paro inhiben el consumo porque hay menos personas que puedan consumir. ¿Y a quién perjudica eso? Otra vez a las empresas, pero esto ocurre más a medio y largo plazo porque los desempleados pueden estar viviendo protegidos por sus familias, otra persona que gane dinero o directamente el Estado con Subsidios.

¿A quién más favorece el paro? Bueno, pues el Gobierno si juega a ser nuestro papá que nos da dinero cuando hace falta, se ve favorecido porque a base de darnos el dinero que nosotros le damos por medio de impuestos, nos hace caer en la ilusión de que alguien nos protege de morir abandonados. Pero es todo lo contrario, un Gobierno debería crear un entorno de rendimiento sostenido que pueda favorecer a la mayoría de la sociedad incluidos aquellos que no son tan listos o no son tan avanzados.

Las sociedades humanas, ya desde el Australopitecus, se caracterizan por ayudar al débil, al enfermo o al que no tiene la posibilidad de luchar por sí mismo. Pero, ¿Dónde está el equilibrio?

No es tan difícil. De hecho la solución al paro pasa por disponer de una serie de objetivos y de desarrollarlos en un entorno que respete una serie de principios. Veámoslo:

Principio número 1: A este principio lo voy a llamar el principio de la solidaridad. Lo que dice es que no tiene sentido crear y fomentar una sociedad insolidaria. Una sociedad en donde unos vivan muy bien y otros se mueran de hambre lo que genera es frustración, odio y violencia. Por el contrario, una sociedad que se preocupa de ayudar al más débil y de fomentar su autonomía es productiva y rentable.

Pero además, hay etapas de la vida de todo individuo en donde éste no es rentable y necesita la ayuda de los demás. Tal es el caso de la infancia y de la senectud. Pero también en el caso de las enfermedades o discapacidades.

Principio número 2: A este le llamaremos el principio de la productividad. Está bien que seamos solidarios con los demás, pero hay que trabajar y además hay que trabajar duro. Lo que hay que hacer es crear una cultura del esfuerzo y no una cultura del consumo pasivo.

Esto lo han hecho muy bien por ejemplo en Finlandia.

Principio número 3: Hay que buscar una seña de identidad que nos permita competir en el mundo. La economía se organiza por países, regiones y zonas más amplias, pero debemos de aprovechar la unidad del país y la zona euro para competir en el mundo. España debe de ser un país que se coordine para competir y ser los mejores en determinados productos y servicios de tal forma que seamos una referencia en el mundo. Por poner un ejemplo, España puede competir a nivel mundial en turismo, energía eólica, energía solar, alimentación, vinos, aceite, etc. y por qué no? también en video juegos, cine, literatura, nuevas tecnologías, biotecnologías, informática. Al existir objetivos que funcionen en un ámbito nacional se pueden crear ayudas económicas, ayudas del sector bancario especializado, entornos de protección para las nuevas empresas, ciudades o zonas destinadas a las nuevas empresas, ámbitos de inversión, capital riesgo, todo ello con unos objetivos que favorezcan las sinergias.

A este principio le llamaré, el principio de la competencia.

Principio número 4: Principio de la calidad. No nos podemos permitir que las cosas se hagan mal. Eso es un gasto enorme y un despilfarro de recursos, además de un insulto a los ciudadanos. Si hay una empresa nacional que ofrece servicios debe de hacerlo bien y si no lo hace bien se despedirá a los responsables. Es así de simple. ¿Por qué hay partes del Estado que funcionan tan mal? ¿Para qué sirve la Red Trabaja? ¿Cuánto cuesta? ¿Por qué el Ayuntamiento de Madrid gasta millonadas en presentarse a una Olimpiada cuando millones de personas no tienen trabajo? ¿Por el ego de alguien? ¿De su Alcalde?

Este principio dice que se debe de buscar la calidad y eso significa que lo que hago debo de hacerlo razonablemente bien y si no hago bien, pues me cambian y lo hace otro que sí lo haga bien. Así de fácil.

Voy a presentar aquí las cifras de paro comparativas de varios países.



Países% Tasa de desempleo
Marzo 2005Marzo 2006Marzo 2007Marzo 2008Marzo 2009
 Austria5,15,14,54,14,5
 Bélgica8,48,27,76,97,3
 Dinamarca5,44,34,13,05,7
 Finlandia8,57,97,06,37,4
 Francia9,79,18,67,68,8
 Alemania9,88,78,67,47,6
 Grecia9,99,68,67,87,8
 Irlanda4.5 4,54,24,65,610,6
 Italia7.8 7,87,76,16,66,9
 Luxemburgo4,34,84,94,46,1
 Países Bajos4,94,03,42,82,8
 Portugal7,47,68,27,68,5
 España9,98,78,19,517,4
 Suecia6,37,26,65,88,0
 Reino Unido4,65,05,55,26,6
 Bulgariax xx x7,56,15,9
 Chipre5,15,24,13,74,9
 República Checa8,07,75,64,45,5
 Estonia8,85,34,94,011,1
 Hungría6,87,47,37,69,2
 Letonia9,17,66,46,116,1
 Lituania9,26,44,64,315,5
 Malta7,28,16,65,86,7
 Polonia18,016,810,37,47,7
 Rumaniax xx x6,66,25,8
 Eslovaquia16,715,711,39,910,5
 Eslovenia6,46,25,24,55,0
 Unión Europea8,98,47,36,78,3
 Estados Unidos5,14,74,45,18,5
 Japón4,54,14,03,94,4



Mientras todo esto acontece, Maravillas Rojo, la Secretaria general de Empleo, habla de que España tiene un entorno más avanzado en Economía Social y en Empleo de calidad y estable en relación con nuestro entorno. Los dirigentes parece que no se enteran de nada, viven en su mundo, mientras la gente está inmersa en una realidad cada vez más dura. Pulsa aquí si quieres seguir esta noticia y enterarte bien.

Según la EPA 2010 tenemos en España una tasa de Paro de 20,05%.

martes, 29 de diciembre de 2009

Avatar: un paso más cerca del cine virtual

El cine es ante todo un arte. Un fascinante, complejo y polivalente arte que intenta contar historias por medio de imágenes, diálogos, música y sonidos y por encima de todo eso, la imaginación de los creadores que pasan las noches de invierno metidos en su habitación soñando despiertos con nuevos mundos.

Contar bien historias no es fácil. Ninguna máquina lo puede hacer todavía. Las historias se pueden racionalizar pero un exceso de explicación hace que pierdan gran parte de su atractivo. En este artículo voy a comentar algunas cosas de esta interesante película: Avatar.


Lo primero es decir que la película es todo un espectáculo que te transporta a un mundo nuevo y fascinante. Creo que la mayoría del público ha captado la esencia de este film: un proverbial trabajo de efectos especiales con una historia architrillada que, no obstante, termina por funcionar al servicio de un espectáculo más orientado a un público infantil y juvenil, pero que entretendrá igualmente a los más mayores. Yo lo pasé en grande y creo que la mayor parte del público gozará con la experiencia, eso sí, recomiendo que se vea en 3D.


Estando de acuerdo en que es una película formidable muy por encima de la media y con elementos de diseño increíbles, vamos a desentrañar los defectos del guión que es lo que nos interesa aquí.


La crítica más cabal es que el guión es un popurrí de historias ya contadas, escenas exitosas y efectos narrativos varios ya vistos. Dicho llanamente: la película no aporta nada nuevo en lo que a guión se refiere. Los personajes son planos y lineales. No hay grandes cambios ni transformaciones. No hay intriga. No aprendemos algo realmente importante. Esta película no es más grande que la propia vida. No es una obra maestra.


De esta forma, tenemos una historia que no sorprende, que no tiene giros argumentales, que no te llega a emocionar de verdad, que no te deja en estado de shock en ningún momento. Es más, la crítica más frecuente es que es un guión infantil, predecible, sin ningún dilema moral, con un ecologismo simplón, con un antagonista ridículo que además se parece mucho al marine de pequeños guerreros...

Pasa un poco lo que le ha ocurrido a Star Wars en sus últimas versiones, a excepción de que Star Wars se libra de caer en el agujero negro de las batidoras de historias, por el hecho de que su columna vertebral narrativa proviene del mito del héroe. 


El fallo principal del guión de Avatar es pues sencillo. No hay innovación. Una película como ésta, con tanto dinero y tecnología, tendría que haber innovado más en lo narrativo. Aunque creo que James Cameron ha innovado de una manera que él mismo no ha sido consciente. De momento vamos a analizar un poco más el guión tal cual.


Por ejemplo, se ha preferido un enfoque orquestal a intimista, se ha puesto el énfasis en la acción conjunta antes que en el protagonista que queda desdibujado, sin fuerza, a pesar de que hay elementos para haber podido hacer un gran protagonista con una gran historia y un gran personaje facilitador, la chica Na’vi, llamada Neytiri.


Jake Sully se quedó a medio camino de ser el nuevo Jake Sully. Nadie se acordará de su nombre. Una lástima. Creo que hasta el nombre se quedó flojo. Le hubiera hecho falta a Jake una auténtica transformación, una verdadera metamorfosis, que él mismo ni siquiera hubiera imaginado al llegar a Pandora. Creo que la película es tan fascinante al nivel visual que lo demás ha quedado un poco relegado a segundo plano. ¡Qué pena!


Jake Sully debería haber encontrado un nuevo ser en ese avatar, una nueva y poderosa entidad con un nuevo nombre perteneciente al léxico de los Na’vi. Pero no ha sido así. Nos hemos quedado en la pirotecnia instrumental, en el nivel uno. Pero se puede volar y muy alto, tanto como los dragones de Pandora.


La historia se podría haber centrado más en el protagonista, en Jake, en la oportunidad de tener una nueva vida con un nuevo cuerpo, algo fascinante, y en la posibilidad de convertirse en alguien muy superior a su personaje principal, capaz de liderar un pueblo e incluso de integrarse con una cosciencia planetaria. ¡Guau! ¡Casi nada!


El problema es que esa historia que está latente se queda mal desarrollada, no termina de surgir porque la película se centra en el conflicto architrillado de los buenos contra los malos, la guerra entre los humanos y los alienígenas, entre las máquinas y la naturaleza. Los buenos muy buenos y los malos muy malos. A veces parecía que estabas en el Amazonas y que las naves eran las excavadoras.


La historia daba para mucho más, pero se intentó contar demasiado en poco tiempo. El clásico error de principiante de condensar la trama. Creo que se debería haber contado en al menos tres películas o simplemente haber contado menos.


En la primera parte, Jake se integra en la tribu de los Na’vi y consigue dominar su nuevo cuerpo. En esta primera cinta se podría haber presentado la progresiva transformación de Jake a su nuevo rol como Na’vi. Lo que aquí se salda en un simple paseo por una plantación daba para muchísimo más. El conflicto externo se centraría lógicamente en cómo la tribu le rechaza y le termina por aceptar. ¿Bailando con lobos?


¡No! Un conflicto muy parecido a esa historia la encontramos en "El hombre de Marte" de Stanislaw Lem, escrita en 1946,  en donde el protagonista adopta un cuerpo que le permite vivir en la atmósfera de Marte, una especie de avatar que puede sobrevivir bajo las duras condiciones de Marte y que acabará cambiando al hombre que hay dentro.


La segunda película podría ir desde el momento en que es aceptado y se ha ganado la confianza de los Na’vi hasta su posterior traición. Jake tiene que engañarles para poder cumplir su objetivo como marine porque sigue siendo un marine a pesar de todo. Aquí hay un conflicto social muy parecido a la historia que ya hemos visto en bailando con lobos. Hay un problema de identidad, pero es un conflicto no tanto personal sino social. ¿De qué lado está Jake ahora? 


Además hay un problema adicional que Jake no siempre puede ser el avatar, sólo lo es durante el día y por la noche se ve obligado a regresar a su antiguo cuerpo mutilado de marine lo que le provocará un mayor conflicto si cabe y muchas frustraciones. ¡Guau la cosa se pone interesante! ¿No os recuerda al Doctor Jekill y Mister Hyde? ¡Vaya! ¡Esto da mucho de sí... ¿Y si Jake empezara a ser diferente según qué cuerpo tuviera? Al fin y al cabo sería lógico que tuviera una gran crisis...


Bueno, avancemos un poco más... La tercera película podría haberse centrado en la relación con Neytiri, la sorprendente guerrera Na'vi, y en su nuevo rol como líder de los Na’vi, hasta que decide abandonar su faceta de humano para siempre y convertirse en un Dios de la jungla o del propio planeta. Ahí tenemos una decisión importante y sabemos que el buen cine se nutre de grandes decisiones, decisiones que hagan que el protagonista se juegue el todo por el todo. Esta idea se puede explotar aún más si hacemos que Jake al abandonar su existencia humana da la espalda definitivamente a su vida anterior y se adentra en el abismo. Porque no es lo mismo ser un avatar y saber que hay vuelta atrás que no saber lo que va a ser de uno. 


¡Pero no se lo vamos a poner fácil! Todo héroe que se precie debe pasar por los mismísimos infiernos antes de alcanzar la Gloria, así vamos a buscarle no sólo el antagonista marine si no otro mucho más duro aún, el guerrero Na'vi, que además quiere a Neytiri para sí mismo. Un auténtico y cruel guerrero que nos haga estremecer de miedo. ¿Y si lo convertimos en un superhombre? Alguien tan poderoso que ninguno de la tribu pueda con él y mucho menos Jake, una especie de DIOS. ¡Vaya! ¡Esto se va poniendo muy interesante! 


Además, está el tema de la consciencia del propio planeta, Pandora. Esta idea ya fue desarrollada por Isaac Asimov en su obra “Los límites de la fundación” de 1982, en donde se habla de la hipótesis de Gaia y en la conexión que se puede establecer entre un planeta y un humano. Yo mismo escribí un libro sobre ese tema titulado “El proyecto Gaia”.


Bueno... una trilogía perfecta, pero probablemente muy complicada, demasiado compleja para el espectador que se ha acostumbrado a ¿lo fácil?


¿O tal vez no? ¿Tal vez el público es muchísimo más inteligente de lo que imaginamos y está esperando que le dejen pensar, imaginar, liberar su inteligencia de una vez por todas? ¿Es posible?


¡Estoy convencido que sí! Y creo que James Cameron ha puesto su granito de arena en el siguiente paso importante en la evolución del cine.


En realidad el espectador de hoy quiere más, no se conforma ya con mirar, quiere participar en la película, queremos participar, es que ya lo hemos visto TODO y... ¡nos empezamos a aburrir!. ¿Y de qué manera vamos a conseguir eso? Pues habrá que inventarlo...


¿Qué tal la idea de diseñar un avatar para que uno pueda vivir la película en primera persona?


Hay algo etéreo en la narración de una buena historia que nadie sabe lo que es, pero que a todos nos fascina hasta el punto de querer vivir esa historia lo más cerca posible con nuestro propio avatar.


®Simón Hergueta 2009

viernes, 11 de diciembre de 2009

Cuando un cortometraje crea adicción


Una bonita historia sobre un personaje que lucha por romper con su pasado y ser capaz de iniciar una nueva vida.

Pero la historia transcurre por unos cauces muy poco convencionales ya que todo se centra en la arbitrareidad de unos zapatos que se niegan a abandonar a su único dueño y a la postre esclavo de tales circunstancias.

Mediante esta metáfora, el espectador puede sacar las conclusiones que más le apetezcan ya que el cortometraje se presta a jugar a muy diferentes niveles: cómico, dramático, a veces un poco a lo Chaplin.

Este es para mí unos de los trabajos que más me gustan. El actor Roberto Cuenca hace un papel maravilloso, creo que no podría haber encontrado un actor mejor para este papel. Las caras, los gestos, la forma de moverse y de andar son exactamente lo que se esperaba.

El final tiene reminiscencias al estilo Frank Capra, como ocurría en la película "Qué bello es vivir". Es un final feliz y triste a la vez, una mezcla de sentimientos contradictorios, como si la tristeza nunca fuera capaz de abandonarnos del todo a pesar de haber superado las vicisitudes negativas, pero es que los problemas del protagonista son tan ilusorios como lo son esos zapatos que parecen tener vida propia.




Se da la circunstancia de que la voz de la chica es la voz de Kate de perdidos.