miércoles, 7 de noviembre de 2012

El discurso de Obama

No muchas veces asistimos a un acto de oratoria tan excepcional, lleno de fuerza y entusiasmo, y en parte muy similar al que aconteció en el año 2008, como el que ofreció ayer Barack Obama en su acto de "elected president 2012" en Chicago al ser re-elegido Presidente de los Estados Unidos de América. Sin duda alguna, este discurso pasará a formar parte de los anales de la Historia escrita con mayúsculas.

Obama no duda en elogiar a su mujer Michelle como una de
las responsables de que él haya llegado tan lejos en la vida.
Este es, sin lugar a dudas, uno de los mejores y más poderosos discursos que he podido escuchar en toda mi vida. En un mundo lleno de mentiras, hipocresías, y avaricia, de pronto surge una voz diferente, tal vez aislada del resto, que no ha podido abrirse camino en la realidad, pero sí en el favor del pueblo americano, que no olvidemos aún hoy tiene uno de los sistemas más imperfectos de recuento de votos del mundo.

El de Obama, es un discurso perfectamente preparado y planificado al milímetro, que muy probablemente haya ensayado muchas veces en casa delante de asesores y de su mujer. Obama cuenta con un gabinete sólido que sabe cómo sacar provecho a su buena oratoria a través de un mensaje coherente y sin fisuras, justamente lo contrario de Romney, candidato que se ha perdido en las contradicciones de la derecha americana y que le ha costado la victoria.

Obama es un comunicador increíble, muy experimentado, sincero, lleno de sentimientos verdaderos, que no duda en agradecer profundamente a su mujer y a sus hijas el respeto, amor, y consideración que debe a su familia por encima de cualquier otra cosa.

Esto, cuando la mayoría de los políticos que conocemos, tienen a sus mujeres como meras secretarias o como floreros de acompañamiento porque saben que da votos. Un hombre que transmite de esa manera tan sincera su AMOR por su mujer: ¿Cómo no se va a ganar el cariño del público?

Y Obama se muestra cercano, familiar, un hombre que controla su destino y ahora el de muchos otros y que, hay que decir, si ya era buen comunicador antes, ahora todavía lo es mucho más. Obama es capaz de irradiar confianza y cierta ternura al mismo tiempo que firmeza y seguridad. Su comunicación no verbal, es elegante, sencilla, efectiva, nada recargada. Es un hombre tranquilo. Nunca se sobrepasa, nunca desentona. Nunca exaspera.

Pero es que Obama no da discursos, abre su corazón, con inteligencia, mesura, con mensajes claros, directos, que calan en la gente. No se pierde en tonterías ni en tecnicismos como hacen la mayoría de los políticos que dicen una cosa, hacen otra y piensan incluso una distinta en el colmo de la estupidez. Obama es un comunicador nato que no desaprovecha un gran momento como éste para hacer chistes: "With one dog is enough", les dice a sus hijas, nos dice a nosotros entre risas, como si estuviera en el salón de casa tomando un té y ya habiéndose ganado a toda la audiencia, no sólo del Auditorio de Chicago, si no de todo el PLANETA TIERRA. 

Un Gobierno de la gente, para la gente, Obama afirma tajante, esta es vuestra Victoria, y nos lo adereza con ejemplos reales, próximos a nuestras vidas, casos reales entre las estadísticas frías de la victoria, SÍ, hay personas AHÍ FUERA, hay corazones latiendo, hay tíos y tías que se lo han currado de verdad, joder, hay gente que se ha dejado la piel, hay una niña en Detroit con leucemia, hay un padre que podríamos ser cualquiera de nosotros, somos gente, les dice a la audiencia que ya vibra y se entrega en un acto de amor.

Muchos, con lágrimas en los ojos, no dan crédito que haya alguien con tanto poder que esté al lado de la GENTE, es su líder, es casi su mesías. Y Obama habla de los difíciles retos que hay por delante, del espíritu de responsabilidad que siempre ha caracterizado al pueblo americano, habla de trabajar duro, de que no hay que rendirse jamás, de que hay cuestas empinadas, de que hay que estar unidos, de que no hay que olvidar al más débil... en esta nación que si nos caemos o nos alzamos, lo haremos como uno solo, todos unidos al unísono y entonces Obama en un gesto casi ecuménico tiende la mano a su contrincante republicano, a Romney, a todos los republicanos, a los Estados que no le han votado, a toda la gente, a todos los pueblos...

...y entonces la temperatura del evento sube unas décimas más, y más y más y más, y entonces llega el minuto diecisiete con el Estadio ya en un punto álgido emocionalmente hablando, en una especie de involución afectiva y Obama, siguiendo un esquema perfectamente orquestado pero no por ello menos auténtico, empieza a desplegar toda su increíble potencia como orador, su carismático liderazgo, su extraordinaria habilidad comunicativa, su sencillez paradigmática, su confortable tranquilidad, pasando de un mensaje cercano y familar primero, a un tono de orador profesional, casi podríamos decir que Obama se ha convertido de pronto en un líder religioso, es el nuevo mesías, ahora la audiencia no dice "Amén", pero sí dicen "Yes, we can". Ya parece que estamos en una Iglesia, con Obama en el púlpito. Es una audiencia, absolutamente entregada en cuerpo y alma a su líder. Según la terminología de mi libro Aprender a Hablar en Público, estamos ante una audiencia con la máxima confianza, volcada totalmente en su líder. Empieza a funcionar la psicología social. Somos un grupo. Somos una unión de mentes. Podemos obedecer todo lo que nos digan porque somos una piña.

La gente de los Estados Unidos de América unidos
en un mensaje común de esperanza y convicción. 
No se puede ver un hombre con tanta seguridad, tanto aplomo y tanto entusiasmo y al mismo tiempo tan contenido, tan humilde, tan inteligentemente controlado, como Barack Obama en la noche del martes. Es el poder de la oratoria que tantas veces he insistido en ello. Obama nunca se ha sentido tan esperanzador como en este momento de su vida a pesar de todos los reveses recibidos desde Washington en estos años. Hay que seguir construyendo, hay que seguir luchando por la seguridad de la CLASE MEDIA, dice convencido.

Pero entonces, aún hay mucho más, Barack Obama brilla como una nueva estrella en el firmamento, se alza como una fuente nuclear de inspiración mediática y se lanza a transmitir un mensaje claro, poderoso y diferenciador: no importa quién seas, cómo seas, no importa de dónde vengas, en este país, los Estados Unidos de América, cualquiera, hombre o mujer, rico o pobre, discapacitado o no, heterosexual u homosexual, joven o viejo, asiático, hispano, negro o blanco, de cualquier origen, ¿qué importa?, cualquier persona que de verdad quiera abrirse camino, aquí en AMERICA TIENE UNA OPORTUNIDAD: SOMOS MÁS GRANDES QUE NUESTRAS AMBICIONES INDIVIDUALES. TÚ TAMBIÉN PUEDES!!!

¡¡¡SOMOS LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA!!!

Máxima inspiración, máxima confianza, el mensaje llega a las mentes de todos, se irradia, vibra en sus corazones, es un momento apoteósico, el público se levanta, aplaude, llora emocionado y ruge como un tsunami imparable lleno de convicción absolutamente poseído por la verdad, convencido que en ese momento se podría cambiar TODO ABSOLUTAMENTE TODO. La energía del auditorio, de la mano de uno de los más grandes oradores y líderes del mundo: Barack Obama, alcanza los límites de la estratosfera y explota en un instante de ENTUSIASMO COLECTIVO.

¡¡¡¡WE ARE THE UNITED STATES OF AMERICA!!!!!

En un mundo de desigualdad, en donde la élite financiera y política, se dedica sistemáticamente a aplastar los sueños de la gente corriente, escuchar un mensaje como el de ayer, en boca del próximo Presidente de los Estados Unidos, que se nos presenta como un hombre corriente y al mismo tiempo extraordinario, no puede generar otro efecto que la esperanza, la ilusión y el entusiasmo de millones de personas que anhelan con todas sus fuerzas crear un mundo mejor.

GOD BLESS YOU OBAMA!!!

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