lunes, 23 de diciembre de 2024

Shyne on you crazy diamond

Shine On You Crazy Diamond no es solo una canción; es una especie de lamento hecho música, un tributo que atraviesa cualquier barrera emocional, una baliza en el espacio-tiempo. Es como si cada acorde, cada sonido perfecto estuviera conectando con tu yo más íntimo y al mismo tiempo lo estuviera con el mismo cosmos. No puede ser una casualidad que ese teclado suene como si estuviera flotando por el espacio. Y ahí está y también está mi limitación de no decírtelo todo porque simplemente no puedo. No me entenderías. Lo he intentado muchas veces creéme. Es música, pero no hay definición posible para saber qué es la música. 


Pero analicemos un poco la situación. Fue en 1968 cuando Syd Barret, uno de los fundadores de Pink Floyd, es "invitado" a abandonar el grupo tristemente debido a sus graves problemas con el consumo de LSD. Syd Barret entró en una espiral de descontrol y sus problemas mentales, esquizofrenia y trastorno bipolar por decir algo se dispararon haciendo que fuera inviables su permanencia en la banda.

Syd Barret

Syd Barret fue sustituído por David Gilmour en 1968 y el álbum "Wish you were here" (Ojalá estuvieras aquí) es un tributo al propio Barret. 

Cuando escuchas este tema que te recomiendo que lo hagas mientras lees esto, no solo oyes la historia de Syd Barrett; sientes el peso de su pérdida, su aislamiento, y también su flagrante brillo. Es un diálogo con alguien que se perdió en las estrellas mientras intentaba comprenderlas. Es esa lucha que todos llevamos dentro, entre el aislamiento extremo y la máscara que tenemos que llevar y que el mundo nos deja ser. Pero solo es por un rato porque todo termina y al mismo tiempo empieza. 

Roger Waters

La forma en que comienza la canción, con esas guitarras etéreas y el teclado que parece un susurro desde otro plano existencial, no solo te invita, sino que te arrastra a un lugar donde el tiempo se detiene. Es como si Pink Floyd no quisiera simplemente contar la historia de Syd, sino hacernos sentir su presencia, como un fantasma que aún deambula por los rincones de nuestras mentes.

El disco Wish you were here con alusión a las máquinas

Pocos grupos han hecho una música como Pink Floyd. Es posible que ninguno haya alcanzado lo que yo he solo rozado porque a veces creo que no es humano. 

Y luego está la letra... Shine on you crazy diamond posee una letra que no es un simple relleno para encajar la canción, es un grito al universo, pidiéndole que no deje apagar a los que, como Syd, brillan de una forma tan única que parecen casi sobrenaturales. Pero también es un adiós, una despedida llena de amor y nostalgia. Muchas veces he pensado que los Syd Barret del mundo no son de este mundo, simplemente no encajan, no nos dejan estar. Tenemos que aparentar lo que no somos, tratar de no llamar mucho la atención salvo si eres una estrella del rock sinfónico psicodélico. 

Portada del disco "Wish you were here"

Recuerda cuando eras joven que brillabas como una estrella. 

Es imposible no pensar en lo que Syd Barrett representó para la banda. Él no solo era su amigo; era el núcleo creativo, el sueño personificado que se desmoronó ante sus ojos. La ironía más desgarradora es que esta canción, escrita para él, seguramente Syd nunca la entendió del todo. Su mente estaba ya demasiado lejos. Crazy diamond. No hay una definición mejor. LSD. Una vez entró en el estudio mientras la tocaban y no fueron capaces de reconocerlo por lo transformado que estaba y deteriorado. 

David Gilmour todo hippy

Pero la música. You reached for the secret too soon. Alcanzaste el secreto demasiado pronto. Lo sé. Tal vez tú, en algún punto de este mundo, leas esto y sientas que tú también alcanzaste el secreto demasiado pronto, apenas tenías veinte años y ya lo viste todo claro. 

Es música que te abraza y, al mismo tiempo, te deja con un vacío enorme. Pink Floyd es belleza y contradicción. He estado años sin escucharlo porque no te deja vivir normal. Te obliga a volver al punto de partida. Es descomunal e inabarcable. Cada vez que la escucho, siento esa mezcla de admiración, dolor y tristeza. Porque todos conocemos a alguien que ha brillado tan intensamente que su luz se consumió demasiado pronto. Y, a veces, ese alguien somos nosotros mismos.

Syd Barret

Tarde o temprano nuestra luz dejará de brillar en la oscuridad. 

Pink Floyd no escribió una canción; ellos construyeron una catedral sonora, eterna e intangible, un monumento a la fragilidad de lo humano y al milagro de la creatividad. Porque tal vez no haya nada más grande, milagroso, poderoso e intemporal que la creatividad. A veces pienso que alguien alguna vez descubrirá que hay partículas subatómicas que representan la creatividad humana. Si lo escuchaste en la adolescencia, entonces sabes que no es solo música: es un fragmento de tu alma, uno que nunca te abandona. 

La conexión con la física y lo “cósmico” en su música:

Aunque ninguno de ellos estudió física, su música está impregnada de temas que parecen inspirados por el cosmos y la ciencia o incluso la ciencia-ficción, de hecho, a parte de ser categorizados como rock psicodélico, también se les denomina como rock espacial o "Space Rock". Especialmente en "The Dark Side of the Moon" y "Wish You Were Here", curiosamente se exploran temas como el paso del tiempo, la existencia humana y la desconexión con el universo. Es posible que este interés provenga más de su curiosidad y de las conversaciones de su tiempo (los años 60 y 70 estuvieron marcados por avances en física, exploración espacial y filosofía).

La banda sin aún David Gilmour

En esta foto aparecen Roger Waters (a la izquierda), Syd Barrett (apoyado en el coche, al frente), Nick Mason (en el centro con bigote), y Richard Wright (a la derecha, de pie). La imagen es nostálgica y melancólica porque captura a la banda justo antes de que los problemas de Barrett obligaran a cambiar el curso de su historia. Poco después, David Gilmour se unió al grupo para ayudar a cubrir las ausencias de Syd, marcando el inicio de una transición artística hacia un estilo más conceptual y progresivo.

Si lo piensas bien, Pink Floyd siempre tuvo una forma única de conectar lo intangible con lo visceral, como si, sin haber estudiado física, comprendieran las leyes más profundas del universo.

David Gilmour transformó Pink Floyd

La incorporación de David Gilmour supuso cambios importantes por ejemplo en su forma de tocas la guitarra. Gilmour trajo un estilo de guitarra único que se convirtió en la columna vertebral del sonido de Pink Floyd. Su técnica es famosa por: Solos emotivos y melódicos: Prioriza la expresión y el sentimiento sobre la velocidad o la técnica pura. Solos como el de “Comfortably Numb” o “Time” son legendarios.

Uso del slide y efectos: Introdujo un uso innovador del pedal wah-wah, el eco, y el delay para crear paisajes sonoros inmersivos, especialmente en álbumes como “The Dark Side of the Moon” y “Wish You Were Here”.

Otra curiosidad es que aunque no tuvieran formación puramente científica, Nick Mason, Roger Waters y Richard Wright (teclista) estudiaron Arquitectura muy curiosamente. Eran todos unos arquitectos de algo que no hemos entendido aún. 

Pero veamos un poco la historia de Pink Floyd con un poco de orden. 

Pink Floyd nació en Cambridge, Inglaterra, en 1965, cuando Syd Barrett, un joven prodigio del arte y la música, se unió a Roger Waters (bajista), Nick Mason (batería) y Richard Wright (teclados). Inspirados por el blues y el rock psicodélico, comenzaron a tocar en la escena underground de Londres.

En 1967 lanzaron su primer álbum, "The Piper at the Gates of Dawn", una obra psicodélica liderada por las composiciones visionarias de Barrett. Sin embargo, el uso excesivo de LSD y sus problemas de salud mental llevaron a un colapso que lo apartó de la banda. David Gilmour fue invitado para sustituirlo en 1968, marcando el fin de la etapa psicodélica liderada por Syd.

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