Con esta entrada voy a dar algunas directrices para que los alumnos de primaria tengan éxito en sus estudios. Los consejos van orientados tanto al núcleo familiar como al estudiante en sí. Antes de nada decir que estos consejos van destinados a niños de 4º, 5º y 6º de primaria principalmente, aunque muchas cosas se aplican para todo primaria haciendo algunos ajustes. ¿Preparados? ¡Pues vamos al lío!
Las necesidades básicas del niño
Vamos a empezar la casa por los cimientos. Los niños tienen tres grandes necesidades básicas que su familia debe de garantizar y son: el amor, la atención y los límites. Estos tres elementos son muy importantes y en general si alguno falla vamos a tener problemas en el colegio y en los estudios.
Aunque cada niño y niña son únicos, estas tres necesidades son universales y se dan en todos los casos. A continuación voy a explicarlas.
La necesidad de amor
Todo niño necesita ser amado por sus padres y saber que le quieren. No hay que hacer chantajes para conseguir objetivos del tipo "si no estudias mamá no te va a querer", el amor hacia el niño debe ser incondicional. Hay que hacérselo saber y demostrarlo. Es evidente que si el niño no tiene amor o teme perderlo por alguna razón, los estudios pasarán a un segundo plano y su capacidad de atención se verá gravemente mermada.
La necesidad de atención
Esta se refiere a pasar tiempo con tu hijo y escucharle. Desde muy pequeños debemos prestar atención a lo que nos dice, debemos de tratar de entender su mundo. Cuando los padres están muy ocupados y no tienen tiempo, deben de buscar formas de compensar, por ejemplo, dedicándole más tiempo en el fin de semana.
Un niño que no tiene la atención de sus padres es un niño que va a buscar desesperadamente la atención fuera de casa y en el colegio. ¿Cómo lo hace? Muchas veces con mal comportamiento, portándose mal, peleándose o pegando a otros niños.
La necesidad de límites
Educar es poner normas y hacerlas cumplir. Es la forma que tenemos de integrarnos en la sociedad y en la convivencia con los demás. Hay que poner límites y el no respetarlos debe de tener consecuencias. Los niños sin límites en casa son un problema en el colegio porque no tienen interiorizado que hay que cumplir unas normas con lo cual no las respetan.
Son los clásicos niños que cuando el maestro les impone una norma protestan de mal humor y "no entienden" por qué tienen que cumplir dicha norma. Tampoco entienden muy bien por qué hay normas si "papá siempre me deja hacer lo que me da la gana", con lo cual conluyen que el profesor les tiene manía o que el colegio es un lugar injusto. Nada más lejos de la realidad.
Poner límites se debe de hacer de forma firme y coherente sin necesidad de gritos, amenazas o escenas. Los niños necesitan límites porque por definición su trabajo es romper los límites una y otra vez que los adultos les imponen.
Hasta aquí tenemos lo básico. Ahora me voy a centrar en cosas que el niño tiene que hacer para sacar buenas notas. Aquí daré algunos consejos.
Pautas para los niños y niñas:
A. EN CASA
1.- Estudiar todos los días un tiempo. en un sitio tranquilo preparado y organizado sin interrupciones haya o no haya exámenes. No vale llegar a casa y decir... "hoy no tengo nada".
2.- Estudiar de forma "activa", haciendo mindmaps, diciéndolo en voz alta, buscando más información, subrayando, haciendo preguntas, trabajos, presentaciones de power point. Estudiar no es mirar el libro y ver las horas pasar.
3.- Hay que activar la memoria. No basta con entender el contenido. Hay que trabajar la memoria. Podemos trabajar la memoria con repeticiones (el método más basico y burdo con un alto índice de olvido), mediante comprensión simple, con comprensión profunda y mediante trucos nemotécnicos. Si entendemos lo que vamos a estudiar lo podemos memorizar de forma mucho más potente, pero no implica que el que haya entendido algo lo memorice, la memorización es como un músculo lleva su trabajo y una de las claves está en la repetición espaciada en el tiempo. Será bueno en ese sentido seguir la metodología de "The four step method".
Muchas veces los niños "parece que se lo saben" pero lo que están haciendo es repetir como un loro. Pasado un día lo olvidan. Un ejercicio que hay que hacer es preguntar de forma diferente a como viene en el libro la información. Cambiando el orden por ejemplo o "explicar con tus propias palabras".
Una técnica interesante que a mí me gusta mucho y a los niños también es "inventar para aprender". ¿En qué consiste?. Tiene tres pasos. Primero estudiamos o leemos y explicamos el contenido, por ejemplo la revolución francesa, luego dejamos a los niños que ellos mismos "inventen una revolución" y que lo cuenten ante los demás y por último, vemos cómo fue en realidad. Esto se puede aplicar a todos los contenidos, por ejemplo, inventar un planeta.
4.- Preguntar al maestro. Lo que no entiendo, lo apunto y se lo pregunto al profesor.
5.- Hay que repasar lo que ya he estudiado. El repaso es la clave del éxito en los exámenes. Hay que hacer un repaso al empezar a estudiar, luego otro al final, al día siguiente, a la semana y antes de los exámenes.
6.- Disfrutar estudiando. Enfocar el estudio como algo con lo que voy a disfrutar. Si los padres pensamos que estudiar es muy aburrido o que tal materia es un rollo, el niño la odiará con muchas probabilidades. Predicar con el ejemplo. En una casa en donde se lee y se respeta el aprender cosas, los niños imitarán esas conductas.
7.- El mejor premio el ser responsable. No pedir a mis padres que me den premios por estudiar y los padres no deben de dar premios a sus hijos por estudiar. En todo caso y después de un muy buen resultado (no a cada examen) la familia entera puede celebrarlo juntos con algún evento especial. Es obligación de los niños estudiar y en ningún lugar del mundo se "paga" a un estudiante por estudiar.
Lo que hay que intentar es que estudiar sea una recompensa en sí misma y el niño disfrute estudiando. Si un niño o niña descubre el "placer" de aprender y ser responsable, entonces estudiará de forma autónoma toda la vida. En esto va a influir muchísimo si el maestro ama lo que enseña o por el contrario, le aburre y sólo sabe lo que pone en el libro. Creo que para ser un buen maestro es imprescindible que ames el conocimiento y que tienes que ser capaz de ver sentido en aprender cosas de lo contrario estudiar y el colegio se vuelven una carga insoportable. Por supuesto que hay otros requisitos como: saber empatizar con tus alumnos, ser muy humano y comprender los errores y dificultades de los niños, ser una persona tranquila y paciente, pero al mismo tiempo tener autoridad para imponer las normas, hay que ser firme y al mismo tiempo humano y cercano, tener capacidad de implicarse en el éxito de tus alumnos, disfrutar con sus logros, pero hay que saber "echar la bronca" cuando hay que echarla, los niños, no lo olvidemos necesitan límites y cierta dosis de autoridad positiva les centra y les sienta maravillosamente bien porque saben qué tienen que hacer, el maestro también debe ser sensible al momento del niño, cada niño es único y maduran a diferentes velocidades, a veces no se le puede exigir lo mismo a un niño que a otro aunque estén en el mismo curso y edad. No hay dos casos iguales.
El triangulo del aprendizaje
Tiene tres partes. Al colegio vamos a aprender principalmente, pero también tenemos que orientar el estudio a "aprobar", es decir, ser prácticos ya que tarde o temprano tenemos que aprobar exámenes y ya sabemos que no siempre es lo mismo aprender que aprobar. No se debe de obsesionar al niño con las notas ni con los aprobados, se deberá poner el énfasis siempre en el aprendizaje, no solo de los contenidos si no también de las competencias: controlar el carácter, ayudar a un compañero, ceder en una negociación, proponer una idea a los demás, entenderse con un equipo, evitar las rabietas, perdonar y saber perdonarse, asimilar un error, ser creativo, aplicar el sentido del humor a la clase, etc. POr último está la dimensión de "Have fun", hay que intentar disfrutar aprendiendo pues si lo conseguimos será una de las grandes claves del éxito en los estudios.
8.- Lo que el niño escuchar y ve en casa es lo que luego reproduce. Si en una casa a la hora de la comida están viendo la TV con programas basura y no se habla de otra cosa que de tonterías, el niño no va a desarrollar una curiosidad por el conocimiento ni por aprender matemáticas, historia, geografía o cultura en general. Los padres son responsables de crear un ambiente que fomente los valores del aprendizaje, el amor por el conocimiento, la curiosidad por descubrir el mundo y el fomento de la responsabilidad personal.
9.- Los padres deben de ayudar al niño a estudiar "muy puntualmente" y en seguida dejándole solo para que él o ella busque las soluciones, especialmente a medida que va cumpliendo años. Siempre le devolvemos la pregunta, a veces con otras palabras o dándole un poco de información adicional. Por ejemplo... "papá, no entiendo qué es la electricidad"... el padre contesta... "a ver qué es lo que ya sabes... cuéntamelo".
10.- Hay que fomentar la autonomía, cuanto más mayor más autónomo. Si el niño solo estudia cuando hay un adulto delante LO ESTAMOS HACIENDO MAL y hay que tomar medidas de inmediato.
11.- Descansos. No se debe de estudiar demasiado tiempo. Hay que hacer descansos cada muy poco y no estar más de dos horas. Con una hora al día bien aprovechada es más que suficiente. El tiempo en última instancia dependerá de más factores y es muy subjetivo, pero la norma general es no trabajar en exceso de horas.
12.- El niño tiene que tener vida de niño... tiene que jugar, estar con amigos, pasar tiempo con su familia, estar en contacto con la naturaleza, preparar y realizar actividades, charlar con sus padres, reirse, etc. Nada de tener a un niño todo el fin de semana estudiando encerrado... No sirve para nada porque así machacamos.
B. EN CLASE
Aquí voy a dar una serie de pautas muy concretas para que el niño o la niña lo hagan en clase. Conviene hacer una lista en una hoja y ver en qué pautas el niño está fallando y a partir de ahí buscar un objetivo para remediar la situación y buscar las causas.
1.- Prestar atención y seguir la clase. Esto significa que tengo que saber como alumno qué está pasando, por donde va el profe o los compañeros y qué vamos a hacer. El profesor, por ejemplo, lo que puede hacer para ayudar a los alumnos, es de vez en cuando (tampoco mucho) decir en voz alta que estamos haciendo y por donde vamos con el objetivo de que "los que se han perdido" se suban otra vez al barco. Una idea muy buena es que esta función la lleve a cabo un niño o niña, que le llamaremos "controller" y será quien cuando nosotros se lo indiquemos comenten a los demás compañeros por donde vamos y qué estamos haciendo.
2.- No distraerse con tonterías. El maestro o maestra deberá "romper" el ritmo de la clase de vez en cuando para evitar el cansancio. Hay muchas formas de hacerlo. A los niños les apasiona que su profe les cuente una anécdota que le pasó. Muchas veces yo les cuento en clase cosas que me han pasado y que pueden servir para sacar una pequeña conclusión sobre el tema del que estamos hablando. También funciona muy bien contar una historia: a los niños les apasionan las historias y en seguida tendrás su atención. Otra cosa que yo hago es parar la clase y hacer una actividad física que los niños siempre agradecen: salir al patio y correr alrededor del campo de fútbol, hacer un pequeño baile en clase, cantar una canción de pie, simon says... etc.
3.- Tener los libros y cuadernos organizados. Tendremos que tener el libro por la página en la que estemos trabajando si es que usamos el libro en esa sesión y el cuaderno preparado para apuntar cosas que puedan ser de interés. La clase es un lugar organizado y debemos de involucrar a los niños en su organización asignando responsables. Tendremos nuestra esquina de lectura con algunos libros, el material de hojas y dibujo organizado en estanterías, si sobran libros tenerlos a mano por si alguien olvida el suyo en casa.
4.- Si no estoy bien por algún motivo decírselo al profesor. Para aprender bien hay que sentirse a gusto. Es importante crear un buen ambiente en clase que comprenda los siguientes factores: orden, respeto y entusiasmo por el aprendizaje. Hay que permitir que los niños tengan control sobre algunas cosas y que participen siempre en la gestión de la clase, así se sentirán más cómodos, pero ojo, somos muchos, en seguida aparecerán conflictos de intereses, pero eso no es malo, es una oportunidad para aprender a ponernos de acuerdo.
5.- Preguntar al profesor lo que no entienda. Si el niño es muy tímido, dejarle que lo haga por escrito, pero de vez en cuando animarle a que lo haga en voz alta delante de los demás y animarle a que haga presentaciones en clase para superar la timidez.
6.- Respetar el turno de palabra y las normas de clase. Hay que insistir mucho en esto, especialmente en algunos niños o niñas que tienen dificultades para controlarse. Haremos espacios en donde todo el mundo uede hablar y otros que la clase será como un parlamento con turnos.
7.- Ayudar a mis compañeros cuando me lo pidan. Hay que fomentar los juegos que utilicen el aprendizaje cooperativo para irles enseñando a trabajar en equipo y saber limar las diferencias de criterio. La capacidad de trabajar en equipo es una habilidad fundamental.
8.- Si soy alumno y no puedo concentrarme o seguir el hilo de la clase, debo decírselo al profesor. El cual tomará medidas y ayudará al alumno a que pueda seguir la clase.
Los niños no son máquinas. Tienen días buenos y malos y eso hay que saber entenderlo. A veces hay que ser permisivo con determinadas situaciones.
Si en clase presto atención, ya tengo hecho más del 50% del trabajo y luego en casa sólo tendré que hacer repasos sobre lo ya aprendido. Si además en clase se hacen juegos para repasar los contenidos, experimentos o prácticas que consoliden los contenidos, el aprendizaje se va asentando y luego el trabajo en casa se ve muy facilitado y los deberes se convierten en pequeñas rutinas de apuntalamiento de lo ya aprendido.
Muchos padres que se quejan de que se mandan muchos deberes (a veces tengo que admitir que con cierta razón) lo que no saben es que su hijo en clase pierde el tiempo y no trabaja con lo que luego en casa tiene "el doble de trabajo": enterarse por primera vez de lo que hay que hacer y luego hacerlo.
Los deberes son buenos siempre y cuando tengan una proporcionalidad creciente a la edad y el curso que se haga. Para mí es una irresponsabilidad quitarlos pues casi todas las carreras universitarias, empleos o permisos, tienen pruebas de tipo examen que hay que superar. ¿O es que alguien se pondría en manos de un médico que ha suspendido todos los exámenes y que en su casa no ha estudiado nunca?
Ahora bien, lo que tiene sentido es que haya una proporcionalidad con el nivel del curso. Mientras que en primero apenas habrá deberes, en sexto de primaria es imprescindible que el niño haya podido desarrollar unos hábitos de estudio autónomo ya que si no su paso a secundaria será un desastre. De nuevo hay que aplicar la regla: exigir pero no machacar.
Niños con dificultades
Muchos niños presentan dificultades de muchos tipos. Por personalidad, por ambiente en casa, por cambios, por problemas cognitivos, etc. Con el niño que presenta especiales dificultades deberemos tomar medidas especiales.
En casa se deberá supervisar y organizar su tiempo de estudio de forma mucho más minuciosa. Muchos niños además presentan fracaso escolar "acumulado", son niños que no les pasa nada concreto pero se han acostumbrado a ser "malos estudiantes" y con esa excusa se han vuelto malos estudiantes de forma permanente.
Hay que exigir dando tiempo para ver resultados. Si un niño ha sido mal estudiante de 1º a 3º de primaria es muy difícil dar el cambio en unas semanas. Hay que ser exigente pero sin machacar, esa es la clave. Si no hay exigencia entonces los niños empiezan a vaguear. Nunca es bueno justificar el fracaso escolar con frases del tipo... "es que no sé", "es que no puedo"... "es que no se me da bien estudiar"... en lugar de eso nos centraremos en estrategias de ataque constructivas.
El TDHA y el comportamiento en clase
Hoy en día si en lugar de diagnosticar tanto TDHA (déficit de atención con hiperactividad) se diagnosticará a muchos niños como que simplemente "no les da la gana de estudiar porque no se les exige" ganaríamos mucho. Parece ser que hoy en día, es posible que haya un exceso de diagnósticos cuando lo que ocurre es que son niños con problemáticas diversas y no necesariamente TDHA. Hay que pensar que el TDHA no se puede diagnósticar con por ejemplo un análisis de sangre o algo objetivo. Normalmente es una batería de preguntas que en muchos casos termina siendo muy subjetiva y manipulable. Aquí un artículo para saber más.
Incluso hay algunas situaciones en donde bajo la etiqueta de TDHA se esonden niños con mal comportamiento o con falta de límites en su conducta. Son niños que han aprendido que "portarse mal" es mucho más rentable que estudiar y además más divertido. Hay que tener mucho cuidado con los diagnósticos y las expectativas ya que muchas veces son la excusa perfecta para no trabajar.
Hay que reflexionar sobre esto en profundidad y huyendo de simplismos, a veces hay que pensar si la industria farmaceútica con todo el poder que tiene no ha tenido influencia en que se diagnostique tantos trastornos de déficit de atención con el objetivo de incrementar el consumo de medicamentos (sin negar que haya casos verdaderos de déficit de atención).
Las Naciones Unidas indican que el consumo de metilfenidato en España desde los años 2000 al 2011 se ha multiplicado por 20. Leer aquí un artículo completo sobre el tema.
Padres y tutor unidos en un equipo
Los padres y el tutor debemos ser aliados 50/50 y estar unidos como en un equipo y tratar de seguir las indicaciones del maestro. El éxito en los estudios empieza en casa y se potencia en el colegio, pero si la parte de casa falla, el niño lo va a tener muy cuesta arriba.
Los padres tienen que fomentar el respeto a la autoridad del maestro o maestra. Si el niño no percibe eso en casa va a pasarlo mal porque en el colegio el profesor es la autoridad y el niño va experimentar una contradicción casa/colegio.
Muchas conductas del niño los padres no las ven en casa y viceversa. Por eso es muy bueno compartir información y padres y maestros darle el mismo mensaje al niño. El niño cuando recibe el mismo mensaje y siente que le apoyan tanto los maestros como sus padres y que están unidos y que además se le exige, no puede "escapar" con trucos y excusas y solo le queda un camino por delante: ser buen estudiante y sentirse feliz por ello.
Rompiendo límites
Sí es verdad que hoy en día mucha gente se queja de que el sistema educativo es muy malo, que si se cambian las leyes en cada legislatura, que hay un exceso de contenidos inútiles, etc, etc. Yo aquí soy un optimista inquebrantable. ¿Por qué?
1.- Autonomía del maestro: Lo primero es que aunque la ley diga esto y lo otro, la ley también da al maestro una autonomía de curriculum y la posibilidad real de adaptar e incluso extender los contenidos del curriculum enriqueciéndolos y haciendo que cobren verdadero sentido. Se pueden hacer cosas muy potentes en clase y se puede enseñar de forma que dejemos una verdadera huella en los niños y ese creo que es el reto.
En lugar de quejarnos, deberíamos ver que hay un mar de oportunidades. Es cierto que hay mucha gente cansada y sin ganas, lo único que pido es que esa gente deje paso a la gente que tiene ganas de verdad y que no moleste. En esta profesión tienes que estar en constante formación y superación pues los conocimientos y el trato humano con los niños no se pueden estandarizar por eso dudo mucho que este trabajo lo pueda hacer un robot ni en el medio plazo.
2.- La sociedad de la información: Estamos ya en la sociedad de la información y el conocimiento, aunque a decir verdad, ya en el siglo X las guerras las ganaba quien estaba mejor preparado y tenía más información, esto siempre ha sido así. Lo que ocurre ahora es que con el desarrollo tecnológico el tipo de sociedad en el que vivimos se transforma mucho más rápidamente, tanto que ya es muy difícil predecir los cambios incluso a cinco años vista.
El tipo de educación que necesitan los niños de hoy, es una educación que combine elementos tradicionales con nuevas fórmulas de vanguardia. El contrato social que se usaba en el pasado tipo "estudia mucho para en el futuro conseguir un trabajo", ya no es válido y no se lo debemos decir a los niños ya que es falso. Puedes estudiar mucho, sacar buenas notas y quedarte en el paro.
Lo que es cierto es que el fracaso escolar, esto es, abandonar los estudios o ser muy mal estudiante, tiende a correlacionar con todo lo malo, incluyendo la población reclusa por poner un ejemplo. Hoy en día la educación deben de suministrar no solo una cierta base de conocimientos y contenidos si no también y casi más importante, un nutrido grupo de competencias que ayuden al alumno a desenvolverse en las más diversas situaciones que tendrá que abordar en el futuro tanto como profesional como ciudadano con responsabilidades democráticas.
Hoy más que nunca, estudiar es más necesario que nunca para tener un buen futuro en donde las oportunidades que se nos presenten las sepamos aprovechar y tengamos competencias que nos permitan sortear problemas y crear entornos de éxito.
3.- La comunidad educativa: el maestro o maestra es el eje vertebrador de la educación, es quien en último término tiene el poder real de motivar y transformar el aula en un lugar de aprendizaje activo, en una experiencia positiva. Pero no es el único que educa, también como ya hemos visto está el núcleo familiar con toda su importancia.
Aquí un listado de los miembros de la comunidad educativa:
- Maestro/a
- Núcleo familar directo
- Entorno del niño/a más amplio
- Amigos
- Colegio y otros maestros/as
- Autoridad educativa y leyes
- Medios de comunicación
- Editoriales
- Internet
- Películas y libros de moda
- Instituciones
- La sociedad
- Cultura y hábitos nacionales o regionales
- Orden mundial
No hay que olvidar que todos y cada uno de ellos tiene su influencia. Por ejemplo, si en la pelicula de moda sale una niña que estudia y queda como tonta por estudiar, mientras que el niño que no estudia es el héroe con poderes, habremos lanzado un mensaje muy claro a nuestros niños que quedará alojado en su mente y que costará modificar: estudiar es de tontos.
De igual manera, la cultura inglesa por poner un ejemplo, es muy disciplinada en los colegios y tiene unas normas que todos los miembros cumplen a rajatabla. La cultura española no es así, lo que tiene alguna ventaja, somos más expresivos y movidos, pero también lleva inconvenientes, hay niños que incumplen gravemente las normas del colegio y eso no tiene consecuencias perjudicando el aprendizaje de otros niños y el suyo propio.
El fútbol es un ejemplo también. Los niños aprenden (erróneamente) que los mejor pagados de nuestra sociedad no son los que más saben o estudian si no los futbolistas de élite que por lo general no han sido buenos estudiantes o les importa muy poco el conocimiento.
En último término esta afirmación o creencia es falsa porque los que más dinero ganan son los que mejor conocen y saben manejar el sistema financiero o empresarial que es donde se gana dinero de verdad.
Hoy muchos niños se equivocan de pleno y sacan malas conclusiones ya que el número de futbolistas que ganan tanto dinero es estadísticamente insignificante con el resto de la población. Menos del 0,1%.
Yo si estuviera en el gobierno haría una campaña para potenciar el valor de los estudios y para ello contrataría a los futbolistas y deportistas más célebres y que hablaran de lo importante que es la educación. Sería un éxito seguro y estoy convencido que aumentaría los resultados PISA de España.
4.-Imaginación al poder: educar con calidad significa romper barreras y límites en todos los sentidos. Hay que potenciar al máximo la creatividad de los niños y no frustrarles en ese sentido porque muchos terminan odiando los estudios precisamente por esta razón.
Siempre es bueno organizar actividades en donde los niños puedan expresar su individualidad de una forma u otra. Las editoriales muchas veces hacen daño al ofrecer un esquema tan mega estructurado de contenidos en donde apenas hay pie a la creatividad y la improvisación. El fomentar una clase creativa no está reñido con que haya unas normas y un respeto en clase. Creatividad no significa caos. El maestro tiene que buscar un equilibrio entre algo que sea educativo y algo que sea divertido, los extremos no son buenos.
Creatividad significa que puedo expresar mis ideas a mi manera con total libertad y sin ser machacado por ello. Es dar permiso para pensar de forma diferente, fuera del esquema de caja, pudiendo aportar mi visión particular de las cosas sin ser inmediatamente juzgada y valorada. Por eso muchas veces es bueno realizar actividades en donde no hay una evaluación que te diga eso es bueno oeso es malo.
5. La cultura de esfuerzo: Este es un valor tradicional que sigue funcionando y que creo que funcionará siempre. El problema es que está lleno de contraejemplos. Gente que triunfa en Gran Hermano sin haber hecho nada en la vida o miles de empleados que no dan un palo al agua y que aún así cobran su salario. ¿Es esto cierto?
Mi visión del tema es muy particular. Creo que pocas cosas se consiguen sin esfuerzo y que son cosas debido a golpes de suerte o a haber nacido bajo la protección de otras personas. Pero en general si alguien quiere hacer algo importante deberá invertir grandes dosis de esfuerzo.
Sin embargo, no me quedo en el esfuerzo de nuestros padres, un esfuerzo sufrido y penoso en donde el mundo era un valle de lágrimas y no queda más remedio que sufrir para alcanzar los objetivos, eso forma parte de una cultura ya superada y con muchas influencias.
La fórmula del esfuerzo hoy ha cambiado y hay que sumar dos ingredientes más: la estrategia y el placer. Los explicaré.
El trabajar mucho a lo bruto no sirve de nada. Hay que hacerlo con cabeza tomando las decisiones acertadas. Eso es la estrategia. Por ejemplo, un atleta que corre no puede simplemente correr a los bestia y el mayor número posible de horas, debe de tomar muchas decisiones sobre: cuánto tiempo correr, con qué intensidad, qué zapatillas usar, por dónde entrenar, a qué temperatura, qué comer, dietas basadas en carbohidratos o proteína según el tipo de carrera, relación con el coach, etc.
Como se ve no solo es esfuerzo si no "cabeza", esto es estrategia.
Por último, el placer ya lo hemos dicho. Los grandes resultados en cualquier cosa encierran muchísimo trabajo, mucha estrategia y finalmente el placer de disfrutar a la hora de hacer algo.
Cuando uno empieza a disfrutar con lo que hace, es cuando realmente uno empieza a hacer surf sobre las olas y superar sus propios límites, porque nunca lo olviden, los límites de una persona no los sabe nadie.
Las necesidades básicas del niño
Vamos a empezar la casa por los cimientos. Los niños tienen tres grandes necesidades básicas que su familia debe de garantizar y son: el amor, la atención y los límites. Estos tres elementos son muy importantes y en general si alguno falla vamos a tener problemas en el colegio y en los estudios.
Aunque cada niño y niña son únicos, estas tres necesidades son universales y se dan en todos los casos. A continuación voy a explicarlas.
La necesidad de amor
Todo niño necesita ser amado por sus padres y saber que le quieren. No hay que hacer chantajes para conseguir objetivos del tipo "si no estudias mamá no te va a querer", el amor hacia el niño debe ser incondicional. Hay que hacérselo saber y demostrarlo. Es evidente que si el niño no tiene amor o teme perderlo por alguna razón, los estudios pasarán a un segundo plano y su capacidad de atención se verá gravemente mermada.
El amor incondicional de los padres siempre presente lo que no significa consentir en exceso sin poner normas ni límites. |
Esta se refiere a pasar tiempo con tu hijo y escucharle. Desde muy pequeños debemos prestar atención a lo que nos dice, debemos de tratar de entender su mundo. Cuando los padres están muy ocupados y no tienen tiempo, deben de buscar formas de compensar, por ejemplo, dedicándole más tiempo en el fin de semana.
Un niño que no tiene la atención de sus padres es un niño que va a buscar desesperadamente la atención fuera de casa y en el colegio. ¿Cómo lo hace? Muchas veces con mal comportamiento, portándose mal, peleándose o pegando a otros niños.
La necesidad de límites
Educar es poner normas y hacerlas cumplir. Es la forma que tenemos de integrarnos en la sociedad y en la convivencia con los demás. Hay que poner límites y el no respetarlos debe de tener consecuencias. Los niños sin límites en casa son un problema en el colegio porque no tienen interiorizado que hay que cumplir unas normas con lo cual no las respetan.
Son los clásicos niños que cuando el maestro les impone una norma protestan de mal humor y "no entienden" por qué tienen que cumplir dicha norma. Tampoco entienden muy bien por qué hay normas si "papá siempre me deja hacer lo que me da la gana", con lo cual conluyen que el profesor les tiene manía o que el colegio es un lugar injusto. Nada más lejos de la realidad.
Los niños necesitan límites y normas claras |
Poner límites se debe de hacer de forma firme y coherente sin necesidad de gritos, amenazas o escenas. Los niños necesitan límites porque por definición su trabajo es romper los límites una y otra vez que los adultos les imponen.
Hasta aquí tenemos lo básico. Ahora me voy a centrar en cosas que el niño tiene que hacer para sacar buenas notas. Aquí daré algunos consejos.
Pautas para los niños y niñas:
A. EN CASA
1.- Estudiar todos los días un tiempo. en un sitio tranquilo preparado y organizado sin interrupciones haya o no haya exámenes. No vale llegar a casa y decir... "hoy no tengo nada".
2.- Estudiar de forma "activa", haciendo mindmaps, diciéndolo en voz alta, buscando más información, subrayando, haciendo preguntas, trabajos, presentaciones de power point. Estudiar no es mirar el libro y ver las horas pasar.
3.- Hay que activar la memoria. No basta con entender el contenido. Hay que trabajar la memoria. Podemos trabajar la memoria con repeticiones (el método más basico y burdo con un alto índice de olvido), mediante comprensión simple, con comprensión profunda y mediante trucos nemotécnicos. Si entendemos lo que vamos a estudiar lo podemos memorizar de forma mucho más potente, pero no implica que el que haya entendido algo lo memorice, la memorización es como un músculo lleva su trabajo y una de las claves está en la repetición espaciada en el tiempo. Será bueno en ese sentido seguir la metodología de "The four step method".
The 4 step method es un método que sirve para estudiar con éxito y trabajar competencias |
Muchas veces los niños "parece que se lo saben" pero lo que están haciendo es repetir como un loro. Pasado un día lo olvidan. Un ejercicio que hay que hacer es preguntar de forma diferente a como viene en el libro la información. Cambiando el orden por ejemplo o "explicar con tus propias palabras".
Una técnica interesante que a mí me gusta mucho y a los niños también es "inventar para aprender". ¿En qué consiste?. Tiene tres pasos. Primero estudiamos o leemos y explicamos el contenido, por ejemplo la revolución francesa, luego dejamos a los niños que ellos mismos "inventen una revolución" y que lo cuenten ante los demás y por último, vemos cómo fue en realidad. Esto se puede aplicar a todos los contenidos, por ejemplo, inventar un planeta.
4.- Preguntar al maestro. Lo que no entiendo, lo apunto y se lo pregunto al profesor.
5.- Hay que repasar lo que ya he estudiado. El repaso es la clave del éxito en los exámenes. Hay que hacer un repaso al empezar a estudiar, luego otro al final, al día siguiente, a la semana y antes de los exámenes.
6.- Disfrutar estudiando. Enfocar el estudio como algo con lo que voy a disfrutar. Si los padres pensamos que estudiar es muy aburrido o que tal materia es un rollo, el niño la odiará con muchas probabilidades. Predicar con el ejemplo. En una casa en donde se lee y se respeta el aprender cosas, los niños imitarán esas conductas.
Ayudar sí, pero de forma puntual fomentando siempre la autonomía |
Lo que hay que intentar es que estudiar sea una recompensa en sí misma y el niño disfrute estudiando. Si un niño o niña descubre el "placer" de aprender y ser responsable, entonces estudiará de forma autónoma toda la vida. En esto va a influir muchísimo si el maestro ama lo que enseña o por el contrario, le aburre y sólo sabe lo que pone en el libro. Creo que para ser un buen maestro es imprescindible que ames el conocimiento y que tienes que ser capaz de ver sentido en aprender cosas de lo contrario estudiar y el colegio se vuelven una carga insoportable. Por supuesto que hay otros requisitos como: saber empatizar con tus alumnos, ser muy humano y comprender los errores y dificultades de los niños, ser una persona tranquila y paciente, pero al mismo tiempo tener autoridad para imponer las normas, hay que ser firme y al mismo tiempo humano y cercano, tener capacidad de implicarse en el éxito de tus alumnos, disfrutar con sus logros, pero hay que saber "echar la bronca" cuando hay que echarla, los niños, no lo olvidemos necesitan límites y cierta dosis de autoridad positiva les centra y les sienta maravillosamente bien porque saben qué tienen que hacer, el maestro también debe ser sensible al momento del niño, cada niño es único y maduran a diferentes velocidades, a veces no se le puede exigir lo mismo a un niño que a otro aunque estén en el mismo curso y edad. No hay dos casos iguales.
Para ser un buen maestro es imprescindible que ames el conocimiento
El triangulo del aprendizaje
Tiene tres partes. Al colegio vamos a aprender principalmente, pero también tenemos que orientar el estudio a "aprobar", es decir, ser prácticos ya que tarde o temprano tenemos que aprobar exámenes y ya sabemos que no siempre es lo mismo aprender que aprobar. No se debe de obsesionar al niño con las notas ni con los aprobados, se deberá poner el énfasis siempre en el aprendizaje, no solo de los contenidos si no también de las competencias: controlar el carácter, ayudar a un compañero, ceder en una negociación, proponer una idea a los demás, entenderse con un equipo, evitar las rabietas, perdonar y saber perdonarse, asimilar un error, ser creativo, aplicar el sentido del humor a la clase, etc. POr último está la dimensión de "Have fun", hay que intentar disfrutar aprendiendo pues si lo conseguimos será una de las grandes claves del éxito en los estudios.
8.- Lo que el niño escuchar y ve en casa es lo que luego reproduce. Si en una casa a la hora de la comida están viendo la TV con programas basura y no se habla de otra cosa que de tonterías, el niño no va a desarrollar una curiosidad por el conocimiento ni por aprender matemáticas, historia, geografía o cultura en general. Los padres son responsables de crear un ambiente que fomente los valores del aprendizaje, el amor por el conocimiento, la curiosidad por descubrir el mundo y el fomento de la responsabilidad personal.
9.- Los padres deben de ayudar al niño a estudiar "muy puntualmente" y en seguida dejándole solo para que él o ella busque las soluciones, especialmente a medida que va cumpliendo años. Siempre le devolvemos la pregunta, a veces con otras palabras o dándole un poco de información adicional. Por ejemplo... "papá, no entiendo qué es la electricidad"... el padre contesta... "a ver qué es lo que ya sabes... cuéntamelo".
10.- Hay que fomentar la autonomía, cuanto más mayor más autónomo. Si el niño solo estudia cuando hay un adulto delante LO ESTAMOS HACIENDO MAL y hay que tomar medidas de inmediato.
11.- Descansos. No se debe de estudiar demasiado tiempo. Hay que hacer descansos cada muy poco y no estar más de dos horas. Con una hora al día bien aprovechada es más que suficiente. El tiempo en última instancia dependerá de más factores y es muy subjetivo, pero la norma general es no trabajar en exceso de horas.
12.- El niño tiene que tener vida de niño... tiene que jugar, estar con amigos, pasar tiempo con su familia, estar en contacto con la naturaleza, preparar y realizar actividades, charlar con sus padres, reirse, etc. Nada de tener a un niño todo el fin de semana estudiando encerrado... No sirve para nada porque así machacamos.
La clave es exigir pero no machacar
B. EN CLASE
Aquí voy a dar una serie de pautas muy concretas para que el niño o la niña lo hagan en clase. Conviene hacer una lista en una hoja y ver en qué pautas el niño está fallando y a partir de ahí buscar un objetivo para remediar la situación y buscar las causas.
1.- Prestar atención y seguir la clase. Esto significa que tengo que saber como alumno qué está pasando, por donde va el profe o los compañeros y qué vamos a hacer. El profesor, por ejemplo, lo que puede hacer para ayudar a los alumnos, es de vez en cuando (tampoco mucho) decir en voz alta que estamos haciendo y por donde vamos con el objetivo de que "los que se han perdido" se suban otra vez al barco. Una idea muy buena es que esta función la lleve a cabo un niño o niña, que le llamaremos "controller" y será quien cuando nosotros se lo indiquemos comenten a los demás compañeros por donde vamos y qué estamos haciendo.
2.- No distraerse con tonterías. El maestro o maestra deberá "romper" el ritmo de la clase de vez en cuando para evitar el cansancio. Hay muchas formas de hacerlo. A los niños les apasiona que su profe les cuente una anécdota que le pasó. Muchas veces yo les cuento en clase cosas que me han pasado y que pueden servir para sacar una pequeña conclusión sobre el tema del que estamos hablando. También funciona muy bien contar una historia: a los niños les apasionan las historias y en seguida tendrás su atención. Otra cosa que yo hago es parar la clase y hacer una actividad física que los niños siempre agradecen: salir al patio y correr alrededor del campo de fútbol, hacer un pequeño baile en clase, cantar una canción de pie, simon says... etc.
3.- Tener los libros y cuadernos organizados. Tendremos que tener el libro por la página en la que estemos trabajando si es que usamos el libro en esa sesión y el cuaderno preparado para apuntar cosas que puedan ser de interés. La clase es un lugar organizado y debemos de involucrar a los niños en su organización asignando responsables. Tendremos nuestra esquina de lectura con algunos libros, el material de hojas y dibujo organizado en estanterías, si sobran libros tenerlos a mano por si alguien olvida el suyo en casa.
4.- Si no estoy bien por algún motivo decírselo al profesor. Para aprender bien hay que sentirse a gusto. Es importante crear un buen ambiente en clase que comprenda los siguientes factores: orden, respeto y entusiasmo por el aprendizaje. Hay que permitir que los niños tengan control sobre algunas cosas y que participen siempre en la gestión de la clase, así se sentirán más cómodos, pero ojo, somos muchos, en seguida aparecerán conflictos de intereses, pero eso no es malo, es una oportunidad para aprender a ponernos de acuerdo.
5.- Preguntar al profesor lo que no entienda. Si el niño es muy tímido, dejarle que lo haga por escrito, pero de vez en cuando animarle a que lo haga en voz alta delante de los demás y animarle a que haga presentaciones en clase para superar la timidez.
6.- Respetar el turno de palabra y las normas de clase. Hay que insistir mucho en esto, especialmente en algunos niños o niñas que tienen dificultades para controlarse. Haremos espacios en donde todo el mundo uede hablar y otros que la clase será como un parlamento con turnos.
7.- Ayudar a mis compañeros cuando me lo pidan. Hay que fomentar los juegos que utilicen el aprendizaje cooperativo para irles enseñando a trabajar en equipo y saber limar las diferencias de criterio. La capacidad de trabajar en equipo es una habilidad fundamental.
8.- Si soy alumno y no puedo concentrarme o seguir el hilo de la clase, debo decírselo al profesor. El cual tomará medidas y ayudará al alumno a que pueda seguir la clase.
Los niños no son máquinas. Tienen días buenos y malos y eso hay que saber entenderlo. A veces hay que ser permisivo con determinadas situaciones.
Si en clase presto atención, ya tengo hecho más del 50% del trabajo y luego en casa sólo tendré que hacer repasos sobre lo ya aprendido. Si además en clase se hacen juegos para repasar los contenidos, experimentos o prácticas que consoliden los contenidos, el aprendizaje se va asentando y luego el trabajo en casa se ve muy facilitado y los deberes se convierten en pequeñas rutinas de apuntalamiento de lo ya aprendido.
Muchos padres que se quejan de que se mandan muchos deberes (a veces tengo que admitir que con cierta razón) lo que no saben es que su hijo en clase pierde el tiempo y no trabaja con lo que luego en casa tiene "el doble de trabajo": enterarse por primera vez de lo que hay que hacer y luego hacerlo.
Los deberes son buenos siempre y cuando tengan una proporcionalidad creciente a la edad y el curso que se haga. Para mí es una irresponsabilidad quitarlos pues casi todas las carreras universitarias, empleos o permisos, tienen pruebas de tipo examen que hay que superar. ¿O es que alguien se pondría en manos de un médico que ha suspendido todos los exámenes y que en su casa no ha estudiado nunca?
Ahora bien, lo que tiene sentido es que haya una proporcionalidad con el nivel del curso. Mientras que en primero apenas habrá deberes, en sexto de primaria es imprescindible que el niño haya podido desarrollar unos hábitos de estudio autónomo ya que si no su paso a secundaria será un desastre. De nuevo hay que aplicar la regla: exigir pero no machacar.
Niños con dificultades
Muchos niños presentan dificultades de muchos tipos. Por personalidad, por ambiente en casa, por cambios, por problemas cognitivos, etc. Con el niño que presenta especiales dificultades deberemos tomar medidas especiales.
En casa se deberá supervisar y organizar su tiempo de estudio de forma mucho más minuciosa. Muchos niños además presentan fracaso escolar "acumulado", son niños que no les pasa nada concreto pero se han acostumbrado a ser "malos estudiantes" y con esa excusa se han vuelto malos estudiantes de forma permanente.
Hay que exigir dando tiempo para ver resultados. Si un niño ha sido mal estudiante de 1º a 3º de primaria es muy difícil dar el cambio en unas semanas. Hay que ser exigente pero sin machacar, esa es la clave. Si no hay exigencia entonces los niños empiezan a vaguear. Nunca es bueno justificar el fracaso escolar con frases del tipo... "es que no sé", "es que no puedo"... "es que no se me da bien estudiar"... en lugar de eso nos centraremos en estrategias de ataque constructivas.
El TDHA y el comportamiento en clase
Hoy en día si en lugar de diagnosticar tanto TDHA (déficit de atención con hiperactividad) se diagnosticará a muchos niños como que simplemente "no les da la gana de estudiar porque no se les exige" ganaríamos mucho. Parece ser que hoy en día, es posible que haya un exceso de diagnósticos cuando lo que ocurre es que son niños con problemáticas diversas y no necesariamente TDHA. Hay que pensar que el TDHA no se puede diagnósticar con por ejemplo un análisis de sangre o algo objetivo. Normalmente es una batería de preguntas que en muchos casos termina siendo muy subjetiva y manipulable. Aquí un artículo para saber más.
Incluso hay algunas situaciones en donde bajo la etiqueta de TDHA se esonden niños con mal comportamiento o con falta de límites en su conducta. Son niños que han aprendido que "portarse mal" es mucho más rentable que estudiar y además más divertido. Hay que tener mucho cuidado con los diagnósticos y las expectativas ya que muchas veces son la excusa perfecta para no trabajar.
Hay que reflexionar sobre esto en profundidad y huyendo de simplismos, a veces hay que pensar si la industria farmaceútica con todo el poder que tiene no ha tenido influencia en que se diagnostique tantos trastornos de déficit de atención con el objetivo de incrementar el consumo de medicamentos (sin negar que haya casos verdaderos de déficit de atención).
Las Naciones Unidas indican que el consumo de metilfenidato en España desde los años 2000 al 2011 se ha multiplicado por 20. Leer aquí un artículo completo sobre el tema.
Padres y tutor unidos en un equipo
Los padres y el tutor debemos ser aliados 50/50 y estar unidos como en un equipo y tratar de seguir las indicaciones del maestro. El éxito en los estudios empieza en casa y se potencia en el colegio, pero si la parte de casa falla, el niño lo va a tener muy cuesta arriba.
Los padres tienen que fomentar el respeto a la autoridad del maestro o maestra. Si el niño no percibe eso en casa va a pasarlo mal porque en el colegio el profesor es la autoridad y el niño va experimentar una contradicción casa/colegio.
Muchas conductas del niño los padres no las ven en casa y viceversa. Por eso es muy bueno compartir información y padres y maestros darle el mismo mensaje al niño. El niño cuando recibe el mismo mensaje y siente que le apoyan tanto los maestros como sus padres y que están unidos y que además se le exige, no puede "escapar" con trucos y excusas y solo le queda un camino por delante: ser buen estudiante y sentirse feliz por ello.
Rompiendo límites
Sí es verdad que hoy en día mucha gente se queja de que el sistema educativo es muy malo, que si se cambian las leyes en cada legislatura, que hay un exceso de contenidos inútiles, etc, etc. Yo aquí soy un optimista inquebrantable. ¿Por qué?
1.- Autonomía del maestro: Lo primero es que aunque la ley diga esto y lo otro, la ley también da al maestro una autonomía de curriculum y la posibilidad real de adaptar e incluso extender los contenidos del curriculum enriqueciéndolos y haciendo que cobren verdadero sentido. Se pueden hacer cosas muy potentes en clase y se puede enseñar de forma que dejemos una verdadera huella en los niños y ese creo que es el reto.
En lugar de quejarnos, deberíamos ver que hay un mar de oportunidades. Es cierto que hay mucha gente cansada y sin ganas, lo único que pido es que esa gente deje paso a la gente que tiene ganas de verdad y que no moleste. En esta profesión tienes que estar en constante formación y superación pues los conocimientos y el trato humano con los niños no se pueden estandarizar por eso dudo mucho que este trabajo lo pueda hacer un robot ni en el medio plazo.
2.- La sociedad de la información: Estamos ya en la sociedad de la información y el conocimiento, aunque a decir verdad, ya en el siglo X las guerras las ganaba quien estaba mejor preparado y tenía más información, esto siempre ha sido así. Lo que ocurre ahora es que con el desarrollo tecnológico el tipo de sociedad en el que vivimos se transforma mucho más rápidamente, tanto que ya es muy difícil predecir los cambios incluso a cinco años vista.
El tipo de educación que necesitan los niños de hoy, es una educación que combine elementos tradicionales con nuevas fórmulas de vanguardia. El contrato social que se usaba en el pasado tipo "estudia mucho para en el futuro conseguir un trabajo", ya no es válido y no se lo debemos decir a los niños ya que es falso. Puedes estudiar mucho, sacar buenas notas y quedarte en el paro.
Lo que es cierto es que el fracaso escolar, esto es, abandonar los estudios o ser muy mal estudiante, tiende a correlacionar con todo lo malo, incluyendo la población reclusa por poner un ejemplo. Hoy en día la educación deben de suministrar no solo una cierta base de conocimientos y contenidos si no también y casi más importante, un nutrido grupo de competencias que ayuden al alumno a desenvolverse en las más diversas situaciones que tendrá que abordar en el futuro tanto como profesional como ciudadano con responsabilidades democráticas.
Hoy más que nunca, estudiar es más necesario que nunca para tener un buen futuro en donde las oportunidades que se nos presenten las sepamos aprovechar y tengamos competencias que nos permitan sortear problemas y crear entornos de éxito.
3.- La comunidad educativa: el maestro o maestra es el eje vertebrador de la educación, es quien en último término tiene el poder real de motivar y transformar el aula en un lugar de aprendizaje activo, en una experiencia positiva. Pero no es el único que educa, también como ya hemos visto está el núcleo familiar con toda su importancia.
Aquí un listado de los miembros de la comunidad educativa:
- Maestro/a
- Núcleo familar directo
- Entorno del niño/a más amplio
- Amigos
- Colegio y otros maestros/as
- Autoridad educativa y leyes
- Medios de comunicación
- Editoriales
- Internet
- Películas y libros de moda
- Instituciones
- La sociedad
- Cultura y hábitos nacionales o regionales
- Orden mundial
No hay que olvidar que todos y cada uno de ellos tiene su influencia. Por ejemplo, si en la pelicula de moda sale una niña que estudia y queda como tonta por estudiar, mientras que el niño que no estudia es el héroe con poderes, habremos lanzado un mensaje muy claro a nuestros niños que quedará alojado en su mente y que costará modificar: estudiar es de tontos.
De igual manera, la cultura inglesa por poner un ejemplo, es muy disciplinada en los colegios y tiene unas normas que todos los miembros cumplen a rajatabla. La cultura española no es así, lo que tiene alguna ventaja, somos más expresivos y movidos, pero también lleva inconvenientes, hay niños que incumplen gravemente las normas del colegio y eso no tiene consecuencias perjudicando el aprendizaje de otros niños y el suyo propio.
El fútbol es un ejemplo también. Los niños aprenden (erróneamente) que los mejor pagados de nuestra sociedad no son los que más saben o estudian si no los futbolistas de élite que por lo general no han sido buenos estudiantes o les importa muy poco el conocimiento.
En último término esta afirmación o creencia es falsa porque los que más dinero ganan son los que mejor conocen y saben manejar el sistema financiero o empresarial que es donde se gana dinero de verdad.
Hoy muchos niños se equivocan de pleno y sacan malas conclusiones ya que el número de futbolistas que ganan tanto dinero es estadísticamente insignificante con el resto de la población. Menos del 0,1%.
Yo si estuviera en el gobierno haría una campaña para potenciar el valor de los estudios y para ello contrataría a los futbolistas y deportistas más célebres y que hablaran de lo importante que es la educación. Sería un éxito seguro y estoy convencido que aumentaría los resultados PISA de España.
4.-Imaginación al poder: educar con calidad significa romper barreras y límites en todos los sentidos. Hay que potenciar al máximo la creatividad de los niños y no frustrarles en ese sentido porque muchos terminan odiando los estudios precisamente por esta razón.
Siempre es bueno organizar actividades en donde los niños puedan expresar su individualidad de una forma u otra. Las editoriales muchas veces hacen daño al ofrecer un esquema tan mega estructurado de contenidos en donde apenas hay pie a la creatividad y la improvisación. El fomentar una clase creativa no está reñido con que haya unas normas y un respeto en clase. Creatividad no significa caos. El maestro tiene que buscar un equilibrio entre algo que sea educativo y algo que sea divertido, los extremos no son buenos.
Creatividad significa que puedo expresar mis ideas a mi manera con total libertad y sin ser machacado por ello. Es dar permiso para pensar de forma diferente, fuera del esquema de caja, pudiendo aportar mi visión particular de las cosas sin ser inmediatamente juzgada y valorada. Por eso muchas veces es bueno realizar actividades en donde no hay una evaluación que te diga eso es bueno oeso es malo.
5. La cultura de esfuerzo: Este es un valor tradicional que sigue funcionando y que creo que funcionará siempre. El problema es que está lleno de contraejemplos. Gente que triunfa en Gran Hermano sin haber hecho nada en la vida o miles de empleados que no dan un palo al agua y que aún así cobran su salario. ¿Es esto cierto?
Mi visión del tema es muy particular. Creo que pocas cosas se consiguen sin esfuerzo y que son cosas debido a golpes de suerte o a haber nacido bajo la protección de otras personas. Pero en general si alguien quiere hacer algo importante deberá invertir grandes dosis de esfuerzo.
Hoy en día ya no es suficiente con el esfuerzo en ninguna disciplina incluyendo los estudios, hacen falta más cosas |
Sin embargo, no me quedo en el esfuerzo de nuestros padres, un esfuerzo sufrido y penoso en donde el mundo era un valle de lágrimas y no queda más remedio que sufrir para alcanzar los objetivos, eso forma parte de una cultura ya superada y con muchas influencias.
La fórmula del esfuerzo hoy ha cambiado y hay que sumar dos ingredientes más: la estrategia y el placer. Los explicaré.
Éxito escolar = esfuerzo + estrategia + placer
El trabajar mucho a lo bruto no sirve de nada. Hay que hacerlo con cabeza tomando las decisiones acertadas. Eso es la estrategia. Por ejemplo, un atleta que corre no puede simplemente correr a los bestia y el mayor número posible de horas, debe de tomar muchas decisiones sobre: cuánto tiempo correr, con qué intensidad, qué zapatillas usar, por dónde entrenar, a qué temperatura, qué comer, dietas basadas en carbohidratos o proteína según el tipo de carrera, relación con el coach, etc.
Como se ve no solo es esfuerzo si no "cabeza", esto es estrategia.
Por último, el placer ya lo hemos dicho. Los grandes resultados en cualquier cosa encierran muchísimo trabajo, mucha estrategia y finalmente el placer de disfrutar a la hora de hacer algo.
Cuando uno empieza a disfrutar con lo que hace, es cuando realmente uno empieza a hacer surf sobre las olas y superar sus propios límites, porque nunca lo olviden, los límites de una persona no los sabe nadie.
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