lunes, 6 de febrero de 2012

Análisis del discurso de Carme Chacón

El discurso del Carme Chacón en el 38º Congreso del PSOE ha sido un discurso con un comienzo precipitado, poco convincente y algo incoherente en los primeros minutos.

Chacón utiliza un tono de voz inicialmente poco adecuado, a veces particularmente algo exagerado generando altibajos voluntarios tratando de hablar en algunos momentos con un tono intimista que sin embargo no transmite cercanía. Chacón utiliza algunas muletillas como por ejemplo "alto y claro" que repite a lo largo del discurso.

El tipo de discurso utilizado es típico de los mítines políticos. En algunas ocasiones roza un tono fanático, muy entregado, pero sin llegar a generar episodios colectivos de gran entusiasmo que es lo que este tipo de discursos politicos buscan generar para ganar el apoyo de la audiencia. Eso lo hacía muy bien Felipe González.

Chacón "leyendo" su discurso en un claro error de oratoria.
El gesto de Carme es serio, algo rígido, podríamos decir que indignada. En algunos momentos parece nerviosa e incluso le tiembla la voz, llegando a cometer algunos errores al pronunciar ciertas palabras que denotan su nerviosismo. Chacón despierta aplausos, pero en general da la sensación de que no termina de entusiasmar en exceso y los aplausos se quedan a medio camino del gran éxito esperado.

En algunos momentos, su discurso es vacío, generalista, de mítin machacón, repetitivo, sin tocar la fibra, con muchos lugares comunes que no sorprenden ya a nadie. A veces incluso da la sensación de estar poco conectado con la realidad haciéndose repetitivo.

Durante muchos minutos mira los papeles, los lee, perdiendo credibilidad y desconectándose de la audiencia, con la mirada hacia abajo, algo perdida y poco convincente. Chacón Utiliza el dedo índice en señal de advertencia como hacía Aznar, a veces emplea el puño cuando quiere hacer gran énfasis sobre una determinada idea: ¿Un gesto socialista?

Hacia el minuto 12, el discurso se eleva notablemente, y creo que es en ese momento cuando mejor lo hace y se gana a la audiencia mostrando una convicción absoluta y un minuto de gran aceptación y fluidez oratoria. Es entonces, cuando coge ritmo, va ganando puntos y es ahí donde ataca al PP. Se mete con el partido con todo lo que ha hecho hasta ahora.

En su ataque al PP se crece y brilla como gran comunicadora. También lo hace en el minuto 35 cuando habla del laicismo. Son los dos mejores momentos de su discurso. Sin embargo, esos momentos de brillantez no le duran mucho y vuelve a su estilo repetitivo, de manual, casi robótico, sin ser capaz de generar ese lazo invisible que hace que la audiencia se emocione de verdad. Algo que solo los grandes comunicadores logran conseguir.

Más adelante, no obstante, en el minuto 30 comete una serie de errores de principiante restándole claridad y fuerza al discurso. Bajando enormemente su tono, e incluso rozando el aburrimiento que es lo peor que puede pasar en un discurso (peor que perder la credibilidad). Parece incluso que repite una lista de puntos a veces sin un excesivo entusiasmo, como si no tuviera del todo interiorizado lo que está transmitiendo, como si tuviera la obligación de contarlo por rellenar el tiempo. Grave error.

En conclusión, y tal y como comento en mi libro "Aprender a hablar en público", todos podemos aprender a realizar un discurso, pero pocos pueden hacerlo realmente bien. A Chacón, le ha fallado la expresión no verbal, la convicción interna, la capacidad comunicativa, la empatía, ha estado muy seria en general, no ha sido lo suficientemente convincente, ha manejado mal las pausas, se ha deconectado muchas veces de la audiencia, se ha mostrado "fría" y distante, ha repetido listas de forma machacona, ha seguido un guión demasiado lógico prefabricado y no ha introducido elementos de fluidez, interpretación e improvisación que generan sinceridad y entusiasmo.

Las claves de la oratoria son sencillas pero no perdonan errores. En este caso Carme Chacón ha cometido varios errores que no ha sido capaz de remontar y aunque muestra ya una gran fluidez en la ejecución fruto de la experiencia le faltan elementos que a mi juicio son imprescindibles para brillar como oradora y que sus asesores no han sabido ni manejar ni identificar costándole la candidatura.

El resultado ha sido en conjunto algo tedioso y repetitivo, sin llegar a brillar como comunicadora, sin ser capaz de establecer un vínculo más "íntimo" con la audiencia y por ello seguramente ha perdido la oportunidad de su vida, aunque nunca se sabe, tal vez se vuelva a presentar alguna vez...



domingo, 5 de febrero de 2012

Los descendientes

Los descendientes título pésimo para una película muy interesante mezcla de drama familiar y cierto toque de humor irónico, es un film sobrevalorado por la crítica que sin embargo, se ve muy bien y le llena a uno, como todo aquel cine que trata con sentimientos verdaderos que a veces las grandes producciones dejan a un lado en un gran error. La película es buena y te hace sentir bien por el tratamiento que hace de la vida familiar, pero no es una obra maestra ni nada parecido como algunos críticos la describen.


Los descendientes trata de la vida familiar de un padre y sus dos hijas en un momento en donde la madre permanece en coma en un hospital. Es un guión muy sencillo y cotidiano, que está tratado con humanismo, bastante humor fino y efectividad sin aburrir ni tampoco pasarse en ser demasiado sentimentalista.

Las interpretaciones son correctas, pero tampoco me han parecido nada del otro mundo, a excepción de Shailene Woodley que está fabulosa en su papel de hija fuerte cabreada con las ideas claras y a veces más adulta que su propio padre. Todo una demostración de talento y ojo, atentos al futuro artístico de esta chica que promete.

Es una película de Alexander Payne al que le gusta el cine con "contenido humano" y ya lo demostró en la estupenda película "entre copas", en mi opinión bastante superior a ésta ya que tiene mayor trasfondo y una cierta elaboración más compleja.

Si nos metemos más a fondo con el guión que sí es bastante inferior a entre copas, hay un cierto bajón en el último tercio de la película que se salva gracias a un par de escenas bastante buenas.


George Clooney (Kentucky, 1961) encantador como siempre, con esa capacidad envidiable que tiene de gustar tanto a hombres y mujeres, al mismo tiempo que es capaz de aparentar ser un tipo normal. Como única pega que hay que ponerle es que no tiene ni idea de correr, aunque eso no importa aquí. Lo que más me gustó de su papel es que lo acepta todo con una tranquilidad y un autodominio descomunal y eso, creo, que es lo que hace interesante el personaje.

Clooney es un actor verdaderamente efectivo por su honestidad y transparencia, aunque le ocurre como le pasó a Bruce Willis o a Harrison Ford, son actores que siempre hacen de sí mismos, lo que ocurre es que gustan tanto que al público no le importa. Harrison Ford no ha conseguido hacer un papel diferente de sí mismo, siempre hace lo mismo con pequeñas variaciones, pero Bruce Willis sí lo consiguió en la película el sexto sentido, demostrando que el actor es un recurso en manos del director para hacer una película y no al revés.

Vayan a verla que está muy bien.

@simonfilmok




martes, 31 de enero de 2012

El efecto megaupload

Sí, lo reconozco. Desde que han cerrado Megaupload estoy un poco más triste. Ya no puedo descargar todas esas películas que antes veía, algunas no las hubiera visto nunca de no ser por la posibilidad que me daba internet.

Lo cierto es que antes veía más cine y el consumo de algo atrae al consumo. Ver muchas películas o tener la posibilidad de ver más películas hace que al final veas más películas. A veces iba al cine y había visto casi todas, entonces veía una película que de otra manera nunca hubiera visto. Así me ocurrió el otro día que terminé viendo "Bajo amenaza", una de las películas más patéticas que he visto.

Estoy en contra de que se cierren páginas por el mero hecho de permitir el intercambio de archivos, en cualquier caso, se va a seguir haciendo mediante P2P, es más incómodo y tarda más, pero ya aparecerá alguien que se invente el modo de hacer descargas fáciles y rápidas. Mientras esperaremos a ver qué pasa con el juicio de megaupload.

Una reflexión final muy breve. Si los políticos se dedicaran a perseguir con tanto énfasis el dinero defraudado en los paraísos fiscales en lugar de algo tan insignificante como las descargas otro gallo nos cantaría. Aquí os dejo un pequeño vídeo-montaje de protesta que he hecho:




miércoles, 18 de enero de 2012

No a la ley SOPA: No al control de internet

Hace unos años cuando todavía internet era un fenómeno bastante poco conocido y su existencia se limitaba a leer en algún periódico lo que se "podía hacer" visitando páginas web, uno sólo tenía un par de fuentes de información: la prensa y la televisión. Hoy en día gracias a la eclosión de internet y aunque a muchos nos sigue pareciendo que todavía queda un tramo muy largo por recorrer, ocurren cosas muy diferentes.
Hace años, y sigo con la comparación, no nos hubiéramos enterado bien de lo que supone la ley SOPA. Tampoco nos hubieramos enterado de cuándo se aprobaba: simplemente se hubiera aprobado y luego nos lo hubieran contando d ela forma más conveniente y una vez más los grandes intereses económicos quedarían a resguardo.
Hoy es muy diferente. Te puedes enterar de lo que esa ley va a hacer antes de ser aprobada y además en detalle si quieres. Te puedes enterar de que la mayoría de los políticos trabajan para esos mismos intereses económicos y que por esa razón la van a aprobar. La información circula en mayor abundancia. Y gracias a esa información puedes reaccionar. Se puede hacer algo.

De momento todavía es poco lo que se puede hacer, pero la presión ciudadana cuando existe de verdad puede llegar a ser muy afixiante para determinados políticos e incluso para jueces. Hagamos presión entonces, cada uno de la manera en que se le ocurra. Como cada uno/a pueda, pero hagamos presión sobre esta Ley para que no vea la luz. Enseñemos al poder económico que cuando los ciudadanos presionamos de verdad, entonces las estructuras más sólidas de los cimientos económicos comienzan a crujir como el casco de acero de un gigantesco y torpe buque. Hagamos presión porque nosotros somos más libres que todos esos ricachones retrógados que no quieren que el mundo evolucione.


lunes, 16 de enero de 2012

The Artist: un homenaje al cine mudo

The artist es una película con una reflexiva combinación de temas que nos transporta a una época en la que el cine tenía otras premisas. La fragilidad del éxito, el orgullo narcisista del triunfador, los cambios que genera el progreso y que nos pueden dejar en la cuneta, son todos ellos temas que toca este optimista drama con toques de humor que se convierte en una excelente metáfora del cine mudo en donde el propio sonido de un vaso nos puede parecer algo revelador y sorprendente.
El casting no podía ser mejor
El tema desde luego no es nuevo. Billy Wilder hizo una versión de esta misma historia mucho más melodramática y corrosiva en El crepúsculo de los dioses (1950) en donde ya se planteaba la historia de una estrella abandonada por la eclosión del cine sonoro. Sin embargo, el gran acierto de esta película es haberla hecho sin diálogos con una pareja de actores realmente extraordinaria que hace que la película funcione a las mil maravillas y que la hace muy recomendable.

Si bien el guión tiene algún pequeño bajón sin demasiada importancia, precisamente en la subtrama del mayordomo en donde el film se para un poco, el resto es bastante previsible y funcional. No hay giros inesperados en la trama lo que hace que la película sea en ese sentido poco ambiciosa y poco sorprendente, sin embargo, la forma de plantear la historia, su humor inesperado a veces estático (ese perro que siempre le acompaña), el justo toque dramático y humano (la película enlatada a la que se abraza), las interpretaciones excelentes (Berenice Bejo excelente y Jean Dujardin magnífico) durante todo el metraje, un ligero aire melancólico y la sucesión de escenas magníficamente resueltas hace que la película nos termine emocionando a lo largo de diferentes momentos.

La música es un catalizador de emociones
Existe en el cine y en los guiones una ley no escrita (aunque ya se ha escrito mucho de ello) que dice que menos es más. Cuánto menos se hable mejor. Pues bien, lo interesante de The artist es la demostración práctica de que los diálogos casi siempre sobran en el cine, que muchas películas tienen un exceso de explicaciones que aburren (un simple ejemplo: Batman begins en donde sobran literalmente el 50% de los diálogos), y que si las escenas están bien planteadas se pueden entender de principio a fin, sin necesidad de tanta palabrería.

Y eso es algo que se consigue en esta película y que supone una lección de cine: al mismo tiempo que plantea el inexorable avance de la técnica nos hace reflexionar sobre cómo algunos elementos del cine clásico siguen teniendo vigencia hoy en día a la hora de narrar historias.

Por último, si tengo que elegir una escena de toda la película, me quedo con la escena del baile del final que me pareció simplemente portentosa. Recomiendo ir a verla. No se la pierdan.